Cambios anatómicos y fisiológicos durante el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios anatómicos y fisiológicos para adaptarse al crecimiento y desarrollo del feto, así como para prepararse para el parto y la lactancia.A continuación se presentan los principales cambios que ocurren durante el embarazo. Es fundamental que los profesionales de la salud comprendan estos cambios para brindar una atención adecuada y personalizada a las mujeres embarazadas.
Aparato reproductor:
Útero:
El útero aumenta de tamaño para albergar al feto en crecimiento. Este aumento de tamaño es gradual y está impulsado por la proliferación celular y el estiramiento de los músculos uterinos.
Cuello uterino:
Se ablanda, se dilata y se acorta en preparación para el parto. Este proceso, conocido como borramiento y dilatación, permite que el cuello uterino se dilate lo suficiente para permitir el paso del feto durante el parto.
Sistema cardiovascular:
Volumen sanguíneo:
Aumenta significativamente, aproximadamente en un 30-50%, para satisfacer las necesidades del feto en crecimiento y de la placenta.
Ritmo cardíaco:
Se incrementa para bombear más sangre a través del cuerpo y satisfacer la demanda de oxígeno y nutrientes del feto y los órganos maternos.
Presión arterial:
Tiende a disminuir ligeramente durante el primer y segundo trimestre, para luego volver a los valores normales o incluso aumentar en el tercer trimestre.
Sistema respiratorio:
Diafragma:
Se eleva debido al aumento del útero, lo que puede causar sensación de falta de aire o disnea en algunas mujeres.
Volumen respiratorio:
Aumenta para proporcionar oxígeno adicional al feto y compensar el aumento del volumen sanguíneo.
Sistema gastrointestinal:
Estómago y intestinos:
Se desplazan hacia arriba y hacia los lados debido al crecimiento del útero, lo que puede causar reflujo gastroesofágico y estreñimiento.
Náuseas y vómitos:
Son comunes durante el primer trimestre debido a los cambios hormonales.
Metabolismo:
Se acelera para satisfacer las necesidades energéticas tanto de la madre como del feto.
Sistema urinario:
Riñones:
Experimentan un aumento en el flujo sanguíneo y en la tasa de filtración glomerular para eliminar los desechos metabólicos tanto de la madre como del feto.
Vejiga:
Se comprime a medida que el útero crece, lo que puede aumentar la frecuencia urinaria.
Sistema musculoesquelético:
Columna vertebral:
Experimenta una curvatura lumbar aumentada para compensar el cambio en el centro de gravedad debido al aumento del útero.
Articulaciones y ligamentos:
Se vuelven más laxos debido a la acción de las hormonas como la relaxina, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones articulares y lumbares.