Mortalidad materna e infantil, sus determinantes sociales, económicos, políticos, culturales, jurídicos y sanitarios.
La mortalidad materna e infantil es un fenómeno global
que refleja la salud y el bienestar de las mujeres embarazadas y los niños en
una sociedad. A pesar de los avances significativos en la atención médica y la
salud pública en muchas partes del mundo, la mortalidad materna e infantil
sigue siendo una preocupación importante, especialmente en países en
desarrollo. Este artículo explorará en detalle los determinantes sociales,
económicos, políticos, culturales, jurídicos y sanitarios que influyen en la mortalidad
materna e infantil, así como las estrategias para abordar este problema.
Determinantes Sociales de la Mortalidad
Materna e Infantil
Los determinantes sociales juegan un papel crucial en la
mortalidad materna e infantil. Factores como el acceso a la atención médica, la
educación, el empleo y la pobreza pueden influir significativamente en las
tasas de mortalidad materna e infantil. Por ejemplo, las mujeres que viven en
áreas rurales o marginadas pueden tener acceso limitado a servicios de salud
materna, lo que aumenta su riesgo de complicaciones durante el embarazo y el
parto. Además, la falta de educación y oportunidades económicas puede afectar
la capacidad de las mujeres para tomar decisiones informadas sobre su salud y
buscar atención médica cuando la necesitan.
Según el informe "Trends in Maternal Mortality:
2000 to 2017" publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se
encontró que las mujeres con menos educación tienen más probabilidades de
experimentar complicaciones durante el embarazo y el parto, lo que aumenta su
riesgo de mortalidad materna. Además, las mujeres que viven en situaciones de
pobreza extrema enfrentan barreras adicionales para acceder a servicios de
salud materna de calidad, lo que contribuye aún más a las altas tasas de
mortalidad materna en estas poblaciones.
Determinantes Económicos de la Mortalidad
Materna e Infantil
Los determinantes económicos también desempeñan un papel
importante en la mortalidad materna e infantil. La falta de recursos
financieros puede dificultar el acceso a la atención médica prenatal, el parto
seguro y la atención postnatal para las mujeres embarazadas y los recién
nacidos. Además, las desigualdades económicas pueden contribuir a disparidades
en la calidad de la atención médica disponible para diferentes grupos de la
población.
Según un estudio publicado en el "Bulletin of the
World Health Organization", se encontró que las mujeres de bajos ingresos
tienen menos probabilidades de recibir atención médica prenatal de calidad y
tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el parto en comparación con
mujeres de ingresos más altos. Esto puede deberse a la falta de acceso a
servicios de salud materna de calidad en comunidades empobrecidas, así como a
barreras financieras para buscar atención médica cuando sea necesario.
Determinantes Políticos de la Mortalidad
Materna e Infantil
Los determinantes políticos también pueden influir en
las tasas de mortalidad materna e infantil. Las políticas gubernamentales
relacionadas con la atención médica, la educación, el empleo y la pobreza
pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de las mujeres
embarazadas y los niños. Por ejemplo, la falta de financiamiento para servicios
de salud materna y la falta de políticas que protejan los derechos
reproductivos de las mujeres pueden contribuir a altas tasas de mortalidad materna.
Un informe publicado por el Fondo de Población de las
Naciones Unidas (UNFPA) encontró que las políticas gubernamentales que
promueven el acceso universal a servicios de salud materna de calidad pueden
tener un impacto significativo en la reducción de la mortalidad materna.
Además, las políticas que abordan las desigualdades de género y promueven la
educación y el empoderamiento económico de las mujeres también pueden
contribuir a la reducción de la mortalidad materna e infantil.
Determinantes Culturales de la Mortalidad
Materna e Infantil
Los determinantes culturales también pueden influir en
las tasas de mortalidad materna e infantil. Las normas culturales relacionadas
con el embarazo, el parto y la atención médica pueden afectar la búsqueda de
atención médica por parte de las mujeres embarazadas y su acceso a servicios de
salud materna de calidad. Por ejemplo, en algunas culturas, puede haber
estigmas asociados con el parto en un entorno médico o con recibir atención
médica prenatal.
Un estudio realizado por investigadores de la
Universidad de Harvard encontró que las creencias culturales y las normas
sociales pueden influir en el momento en que las mujeres embarazadas buscan
atención médica prenatal y el tipo de atención médica que reciben. Por ejemplo,
algunas mujeres pueden retrasar la búsqueda de atención médica prenatal debido
a creencias culturales sobre el embarazo y el parto, lo que aumenta su riesgo
de complicaciones durante el parto.
Determinantes Jurídicos de la Mortalidad
Materna e Infantil
Los determinantes jurídicos también pueden tener un
impacto en las tasas de mortalidad materna e infantil. Las leyes y regulaciones
relacionadas con el acceso a la atención médica, los derechos reproductivos y
la igualdad de género pueden afectar la salud y el bienestar de las mujeres
embarazadas y los niños. Por ejemplo, las leyes que protegen los derechos
reproductivos de las mujeres y garantizan el acceso a servicios de salud
materna de calidad pueden contribuir a la reducción de la mortalidad materna.
En contraste, la falta de leyes que protejan los
derechos reproductivos de las mujeres o que limiten su acceso a servicios de
salud materna puede aumentar su riesgo de complicaciones durante el embarazo y
el parto. Por lo tanto, es crucial que los gobiernos promulguen y apliquen
leyes que protejan los derechos reproductivos de las mujeres y garanticen su
acceso a servicios de salud materna de calidad.
Determinantes Sanitarios de la Mortalidad
Materna e Infantil
Los determinantes sanitarios son factores relacionados
con la disponibilidad y la calidad de los servicios de salud materna e
infantil. La falta de acceso a servicios de salud materna de calidad, la
escasez de personal médico capacitado y la falta de infraestructura sanitaria
pueden contribuir a altas tasas de mortalidad materna e infantil.
Por ejemplo, en áreas rurales o remotas donde hay
escasez de centros de salud y profesionales de la salud capacitados, las
mujeres embarazadas pueden enfrentar dificultades para acceder a atención
médica prenatal y servicios de parto seguros. Además, la falta de equipos
médicos adecuados y suministros médicos básicos puede aumentar el riesgo de
complicaciones durante el parto y contribuir a la mortalidad materna e
infantil.
Estrategias para Reducir la Mortalidad
Materna e Infantil
Para abordar la mortalidad materna e infantil, es
fundamental implementar estrategias integrales que aborden los determinantes
sociales, económicos, políticos, culturales, jurídicos y sanitarios que
influyen en este problema. Algunas estrategias efectivas incluyen:
1.
Mejora del acceso a servicios de salud
materna e infantil: Esto puede incluir la construcción de centros de salud en
áreas rurales y remotas, la capacitación de personal médico y la distribución
de equipos médicos y suministros básicos.
2.
Promoción de la educación y el
empoderamiento de las mujeres: Brindar acceso a la educación y oportunidades
económicas puede ayudar a empoderar a las mujeres y aumentar su capacidad para
tomar decisiones informadas sobre su salud y buscar atención médica cuando sea
necesario.
3.
Implementación de políticas que protejan los
derechos reproductivos de las mujeres: Esto puede incluir leyes que garanticen
el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, así como el
acceso a métodos anticonceptivos y servicios de aborto seguro y legal.
4.
Sensibilización y educación sobre salud
materna e infantil: Promover la educación sobre la importancia del cuidado
prenatal, el parto seguro y la atención postnatal puede ayudar a aumentar la
conciencia sobre estos temas y fomentar comportamientos saludables.
Al abordar estos determinantes y adoptar un enfoque
integral para mejorar la salud materno infantil, podemos trabajar hacia la
reducción de la mortalidad materna e infantil y garantizar un mejor futuro para
mujeres embarazadas, recién nacidos, niños y familias en todo el mundo.