Enfermería del Adulto y del Anciano. Tema Nº 5. (f)

ALTERACIÓN DE LA HIGIENE PERSONAL Y VESTIDO

HIGIENE

La higiene personal es importante para la comodidad, la seguridad y el bienestar del paciente. El cuidado higiénico incluye actividades de aseo y limpieza. La higiene personal, darse una ducha o un baño, lavarse los dientes con cepillo o hilo dental, lavarse y asearse el pelo, cuidarse las uñas, promueven la comodidad y la relajación del paciente y fomentan una autoimagen positiva, ayudan a mantener la piel sana y prevenir infecciones y enfermedades. El paciente puede requerir ayuda con su higiene personal. El enfermero debe determinar la capacidad del paciente para llevar a cabo su auto- cuidado y proporcionarle cuidados higiénicos según sus necesidades, en el domicilio se debe ayudar al paciente y a la familia a adaptar sus técnicas y enfoques higiénicos, es necesario emplear actividades de comunicación para educar al paciente y familia. Durante el cuidado higiénico, se debe valorar la movilidad, la necesidad de realizar curaciones, zonas de inserción de vías, sondas, siempre preservando su intimidad, proveyendo de comodidad física.

Mirá el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=p1GoDXApKg0

Un cuidado higiénico adecuado incluye la piel, las uñas, la cavidad bucal, los ojos, los oídos y la nariz. Las células de la piel y la mucosa intercambian oxígeno, nutrientes y líquidos con los vasos sanguíneos subyacentes. Con la nutrición, hidratación y circulación adecuada para resistir lesiones y enfermedades.

Es necesario saber detectar las posibles alteraciones según las patologías existentes ej:

En pacientes con DBT mellitus provoca cambios vasculares crónicos que dificultan la cicatrización de la piel y las mucosas.

En pacientes con SIDA: infecciones de la cavidad bucal.

En ACV: la parálisis del nervio trigémino (par craneal V) elimina el reflejo de parpadeo, que da origen al riesgo de sequedad corneal.

 

Se debe  minimizar cualquier efecto dañino e impedir una lesión adicional de los tejidos sensibles.

PROCESO DE ENFERMERÍA

VALORACIÓN

• Observar la condición física del paciente y la integridad de la piel, la cavidad oral y los órganos de los sentidos

• Explorar cualquier factor del desarrollo que incida en las necesidades de higiene del paciente

• Observar la capacidad de autocuidados del paciente y sus prácticas de higiene

• Determinar las preferencias culturales, los valores y las creencias en relación a la higiene del paciente

PREGUNTAS DE VALORACIÓN ENFERMERA

A TRAVÉS DE LOS OJOS DEL PACIENTE:

Prácticas culturales o religiosas

• ¿Interfiere alguna de sus prácticas culturales o religiosas en el cuidado de su higiene personal?

• ¿Cómo podría integrarlas en sus cuidados?

Tolerancia a las actividades higiénicas

• ¿Las actividades para realizar la higiene le provocan algún síntoma, como falta de aire, dolor o fatiga?

• ¿Qué podría hacer para minimizar estos síntomas?

• ¿Qué aspectos del cuidado higiénico le hacen sentir incómodo o fatigado?

Ayuda con la higiene

• ¿Utiliza algún dispositivo que le ayude durante el baño como barras de sujeción en la bañera o la ducha?

• ¿Prefiere que alguien de su mismo sexo le ayude con la higiene?

• ¿Qué partes de la higiene personal puede hacer por sí mismo? ¿Con cuáles necesita asistencia?

Cuidado de la piel

• ¿Qué tipo de baño prefiere?

• ¿Con qué frecuencia y a qué hora del día se suele bañar?

• ¿Qué tipo de jabón y loción utiliza?

• ¿Ha notado algún cambio o irritación en la piel?

• ¿Sabe si tiene alguna alergia o reacciones al jabón, los cosméticos o a productos del cuidado de la piel?

Cuidado oral

• ¿Le duele la boca o los dientes, o ha notado alguna llaga bucal?

• ¿Lleva dentadura postiza o prótesis parciales?

Cuidado de pies y uñas

• ¿Cómo se suele cuidar los pies y las uñas? ¿Pone los pies en remojo?

• ¿Se lima o recorta usted solo las uñas de las manos y los pies?

Cuidado del pelo y del cuero cabelludo

• ¿Ha experimentado recientemente picores en el cuero cabelludo o ha notado descamación o caspa?

• ¿Ha notado algún cambio en la textura o en el volumen de su pelo?

VALORACIÓN DE LA PIEL






VALORACIÓN DE PIES Y UÑAS


VALORACIÓN DE LA CAVIDAD BUCAL

Entre estos problemas se pueden incluir: retracción del tejido gingival, encías inflamadas (gingivitis), lengua saburral, glositis (lengua inflamada), cambio de la coloración dental (particularmente en los márgenes gingivales), caries dental, pérdida de piezas dentales y halitosis (mal aliento). El dolor o la inflamación local son síntomas comunes cuando hay alguna patología oral. Palpar la zonas sensibles o las lesiones con guantes. Se debe observar que la zona esté limpia y detectar signos de halitosis. Si se identifica cualquier trastorno oral, se debe informar al médico del paciente. Nunca introducir los dedos en la boca, para evitar riesgos de mordedura por parte del paciente.

VALORACIÓN DEL PELO Y SU CUIDADO

Inspeccionar el pelo para detectar la presencia pediculosis capitis,  lavarse las manos, colocarse guantes para inspeccionar.

 La alopecia puede ser consecuencia del efecto de los quimioterápicos, los cambios hormonales o las prácticas inapropiadas en el cuidado capilar.


VALORACIÓN DE LOS OJOS, OÍDOS Y NARIZ

Valoración de las estructuras del oído externo, inspección del pabellón auditivo y el canal auditivo externo, comprobar la presencia de cerumen acumulado o exudado en el canal auditivo e inflamación local. Preguntar por zonas sensibles, o dolor, inspeccionar fosas nasales en busca de signos de inflamación, secreción, lesiones, edema o deformidad. En pacientes con SNG inspeccionar en busca de erosiones, dolor, inflamación o sangrado.

USO DE DISPOSITIVOS DE AYUDA SENSORIALES

Si usa anteojos, lentes de contacto, ojos artificiales o audífonos, valorar su conocimiento y sus métodos de cuidado, que describa cómo los cuida.

VALORAR LAS PRÁCTICAS DE CUIDADO HIGIÉNICO

Preferencias del paciente, arreglo personal.

DIAGNÓSTICO ENFERMERO


Ejemplos de diagnósticos comúnmente asociados con problemas de higiene:

• Intolerancia a la actividad.

• Déficit de autocuidado: baño.

• Déficit de autocuidado: vestido.

• Deterioro de la movilidad física.

• Deterioro de la mucosa oral.

• Mantenimiento ineficaz de la salud.

• Riesgo de infección.

PLANIFICACIÓN



VESTIDO

La cultura, la forma de vida, el nivel socioeconómico y la preferencia personal afectan a la selección y el uso de la ropa. Sin embargo, se debe valorar si la ropa es apropiada o no para la temperatura, las condiciones atmosféricas o el entorno. Las personas deprimidas con enfermedades mentales pueden no ser capaces de seleccionar la ropa apropiada, y un anciano puede tender a usar ropa adicional debido a la sensibilidad al frío. [1]


Muchas religiones tienen leyes o tradiciones que regulan el vestido. Por ejemplo, los varones judíos ortodoxos y conservadores pueden pensar que es importante tener la cabeza cubierta en todo momento y, por tanto, llevan yarmulkes. Las mujeres judías ortodoxas se cubren la cabeza con una peluca o con un pañuelo como signo de respeto a Dios.

Muchas mujeres musulmanas también se cubren la cabeza de acuerdo con su procedencia étnica o nacional particular. Los mormones pueden llevar como ropa interior ropa de oración en cumplimiento de la ley religiosa.

Algunas religiones precisan que las mujeres vistan de forma conservadora, lo que puede incluir llevar mangas largas y blusas de corte recatado, y faldas que cubran las rodillas.

Algunas religiones, como el islam, pueden precisar que se cubra el cuerpo (torso, brazos y piernas).

Las mujeres hindúes acostumbradas a llevar saris prefieren cubrir todo el cuerpo excepto los brazos y los pies.

Las batas de los hospitales pueden hacer que las mujeres que quieren cumplir sus códigos religiosos en relación con el vestido se sientan a disgusto e incómodas.

Los pacientes se pueden sentir especialmente desconcertados cuando son sometidos a pruebas diagnósticas o tratamientos, como la mamografía, que precisan descubrir algunas partes del cuerpo.[2]


Los enfermeros también deben conocer los rituales del paciente en relación con la muerte, como los últimos ritos, cantos a la cabecera de la cama y otras prácticas, como procedimientos especiales para el lavado, el vestido, la colocación, la introducción en un sudario y la asistencia del difunto. [3]

ASPECTO PERSONAL.

Los vestidos y los adornos pueden ser fuentes de información sobre una persona. Aunque la elección del atuendo es altamente personal, puede transmitir el nivel social y económico, la cultura, la religión, la asociación con grupos y el concepto de sí mismo. Los abalorios y amuletos se pueden usar para fines decorativos o protección de la salud.

Cuando el significado simbólico de un objeto es desconocido, el enfermero debe interrogar sobre su significado, lo que puede favorecer la relación con el paciente. La forma como se viste una persona es con frecuencia una indicación de cómo se siente.

Alguien cansado o enfermo puede no tener la energía ni el deseo de mantener su acicalamiento normal. Cuando una persona con aspecto habitual impecable se convierte en descuidada, el enfermero puede sospechar pérdida de autoestima o una enfermedad física.

El enfermero puede validar esos datos no verbales observados mediante interrogatorio del paciente. En el paciente con enfermedad aguda, en el hospital o en su hogar, el cambio de los hábitos de acicalamiento puede indicar una mejoría del estado físico. Un hombre puede solicitar una afeitadora, o una mujer puede pedir champú y algún maquillaje.[4]

Determinar cómo la alteración influye en la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria (p. ej., baño, alimentación, vestido, aseo, ambulación) y las funciones sociales (p. ej., tareas del hogar, trabajo, ocio, actividades sexuales).[5]

Estado mental:

Una valoración del estado mental inicia con la observación del aspecto y la conducta del paciente, incluyendo su vestido, arreglo e higiene personal. La postura, gestos, movimientos y expresiones faciales a menudo proveen información importante acerca del individuo.[6]

Se debe proteger a los enfermos graves, los lactantes y los ancianos de las corrientes de aire, asegurándose de que están adecuadamente vestidos y tapados con una manta ligera.[7]

Valoración neurológica:

Valoración del estado mental: valorar el aspecto, como el vestido, la higiene, el acicalamiento, la marcha y la postura. El paciente debe estar adecuadamente vestido, limpio, y mostrar una marcha y postura normales. Se puede manifestar desatención unilateral (en un lado corporal) en algunos tipos de ictus. Los pacientes con demencia pueden mostrar una higiene y un acicalamiento deficientes. [8]

El índice de Barthel

evalúa entre otras cosas la capacidad del paciente de vestirse, para valorar las actividades de la vida cotidiana (AVD): [9]

VESTIDO

Independiente

10

Ayuda

5

Dependiente

0




Para ayudar a caminar al paciente hay que comprobar que va vestido correctamente, y que lleva zapatos o zapatillas con suelas que no resbalen.[10]

La preparación física implica asegurarse de que la intimidad del paciente se mantiene con el apropiado vestido y cubrimiento. El paciente en el hospital probablemente lleva puesto solamente una simple bata. En la consulta de la clínica o del profesional sanitario el paciente debe desnudarse y generalmente se le proporciona una sábana de papel desechable o una bata de papel. Si la exploración se limita a ciertos sistemas corporales, no es siempre necesario que el paciente se desnude totalmente. Se debe proporcionar intimidad al paciente y el tiempo necesario para desnudarse para evitar la vergüenza. Después de ponerse el camisón o la bata recomendada, el paciente se sienta o se tumba en la camilla de exploración con un cubrimiento ligero sobre el regazo o la parte inferior del tronco. Hay que cerciorarse de que se mantenga caliente eliminando las corrientes de aire, controlando la temperatura de la habitación y proporcionando mantas calientes. Se le debe preguntar de manera rutinaria si está cómodo.[11]

Postquirúrgico:

Durante los primeros días que siguen a la intervención quirúrgica existe limitación para las actividades de autocuidado. El paciente puede requerir arreglos para recibir asistencia para la alimentación, vestido, baño e higiene.[12]

Bata para el enfermero:

El uso de bata está indicado si hay alguna posibilidad de que la enfermera contamine su uniforme al atender a un paciente con infección. La bata ha de ser lo bastante larga para cubrir por completo un vestido o un pantalón abajo de las rodillas. Por lo general no se emplea fuera de la unidad del paciente. [13]

Intervenciones de enfermería para asegurar una asistencia domiciliaria competente:

Valorar el ambiente de la casa El profesional de enfermería investiga el ambiente de la casa usando el sentido común, la intuición y la imaginación. Entre las variables que hay que anotar están la vista, los sonidos, los olores, el vestido, el tono de voz, el lenguaje corporal y el uso del tacto; los patrones de visita entre los miembros de la familia; las relaciones significativas; lo que es sagrado y lo que no; el aspecto de la casa, el jardín, la acera y el vecindario, y el efecto de la enfermedad en la familia. El profesional de enfermería plantea preguntas y escucha con atención historias y observaciones dichas sin pensar. [14]

En caso de hipertermia:

Mantenga un entorno fresco e indique vestidos y ropa de cama ligeros durante la elevación de la temperatura. Las condiciones ambientales y la ropa adecuadas mejoran el proceso de evaporación durante una elevación aguda de la temperatura y mejoran el bienestar. [15]

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Bibliografía:

[1] POTTER PERRY (2013). Fundamentos de Enfermería 8ed –Editorial Elsevier. Pag 485

[2] Berman- Snyder - Kozier -Erb (2008). Fundamentos de enfermería Vol II- Editorial Pearson. Pag 1047

[3] Berman- Snyder - Kozier -Erb (2008). Fundamentos de enfermería Vol II- Editorial Pearson. Pag 1091

[4] Berman- Snyder - Kozier -Erb (2008). Fundamentos de enfermería Vol II- Editorial Pearson. Pag. 463

[5] POTTER PERRY (2013). Fundamentos de Enfermería 8ed –Editorial Elsevier. Pag 545

[6]Hinkle. Cheever. (2019. Enfermeria medicoquirúrgica Brunner y Suddarth. 14a Ed. - Editorial Wolter – Kluwer. Pag 4188

[7] POTTER PERRY (2013). Fundamentos de Enfermería 8ed –Editorial Elsevier.  Pag 787

[8] Le Mone – Burke (2009). Editorial Pearson. Enfermeria Medicoquirurgica Vol II. Pág 1518

[9] CARLOS GISPERT (2013). Manual de la Enfermeria. Nueva Edicion Oceano Centrum. Pag 933

[10] Berman- Snyder - Kozier -Erb (2008). Fundamentos de enfermería Vol II- Editorial Pearson. Pag 1149

[11] POTTER PERRY (2013). Fundamentos de Enfermería 8ed –Editorial Elsevier. Pag 478

[12] Hinkle. Cheever. (2019). Enfermeria medicoquirúrgica Brunner y Suddarth. 14a Ed. - Editorial Wolter - Kluwer. Pag 2534

[13] Du-Gas (2001). Tratado de Enfermería Práctica - Editorial Mc Graw Hill Interamericana. Pag 537

[14] Le Mone – Burke (2009). Editorial Pearson. Enfermeria Medicoquirurgica Vol I. Pag 45

[15] Le Mone – Burke (2009). Editorial Pearson. Enfermeria Medicoquirurgica Vol II. Pág 1480





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