ALTERACIÓN DE LA TERMORREGULACIÓN
CONTROL DE LA TEMPERATURA CORPORAL
TEMPERATURA CORPORAL
Fisiología
La
temperatura corporal es la diferencia entre la cantidad de calor producida por
los procesos corporales y la cantidad de pérdida de calor al entorno
externo.
Es la constante
vital del organismo en la cual es regulado por medio de mecanismos nerviosos y
neurológicos, es un elemento esencial para el mantenimiento de las funciones
vitales del organismo, es así como el organismo humano no perece ante un
aumento exagerado de temperatura o una disminución marcada de esta.
Siendo una
actividad vital regulable se deben tomar las medidas para evitar complicaciones
derivadas de la alteración de la temperatura, se debe tener control fisiológico
de esta constante, sobre todo reajustando los factores que la alteran.
Calor
producido - Pérdida de calor = Temperatura corporal
La temperatura de la superficie varía
dependiendo del flujo sanguíneo a la piel y de la cantidad de pérdida de calor
al entorno externo. El lugar de la medición de la temperatura (oral, rectal,
axilar, membrana timpánica, arteria temporal, esofágica, arteria pulmonar o
incluso la vejiga urinaria) No existe una única temperatura que sea normal para
todas las personas. La medición de la temperatura corporal está destinada a
obtener una media representativa de la temperatura central de los tejidos
corporales. Las zonas que reflejan las temperaturas centrales son indicadores
más fiables de la temperatura corporal que las que reflejan las temperaturas de
la superficie.
Regulación.
Los mecanismos fisiológicos y
conductuales regulan el equilibrio entre la pérdida de calor y el calor
producido, o termorregulación. Promover la regulación de la temperatura.
Control
neuronal y vascular. El hipotálamo, localizado
entre los hemisferios cerebrales, controla la temperatura corporal.
El hipotálamo anterior controla la pérdida de calor y el hipotálamo posterior, la producción de calor. Entre Los mecanismos de pérdida de calor se incluyen sudar, vasodilatación (ensanchamiento) de los vasos sanguíneos e inhibición de la producción de calor. El cuerpo redistribuye la sangre a los vasos superficiales para promover la pérdida de calor. Mecanismos de conservación del calor: vasoconstricción de los vasos sanguíneos, reduce el flujo sanguíneo a la piel y a las extremidades, contracción de los músculos voluntarios y temblores musculares. Tiritar: cuando no funciona la vasoconstricción.
Termorregulación: depende de la función normal de los procesos de producción de calor. El calor producido por el cuerpo es un derivado del metabolismo, que es la reacción química en todas las células corporales. El alimento es la fuente primaria de combustible para el metabolismo. Las actividades que requieren reacciones químicas adicionales aumentan el ritmo metabólico. A medida que el metabolismo aumenta, se produce calor adicional. La producción de calor ocurre durante el descanso, los movimientos voluntarios, el temblor involuntario y la termogénesis sin tiritar.
• El metabolismo basal es responsable
del calor producido por el cuerpo en reposo absoluto. Las hormonas tiroideas
también afectan al MB. Al promover la descomposición de la glucosa y grasa
corporales, las hormonas tiroideas aumentan la velocidad de las reacciones
químicas en casi todas las células del cuerpo. Cuando se segregan grandes
cantidades de hormonas tiroideas, el MB puede aumentar un 100% por encima de lo
normal. La ausencia de hormonas tiroideas reduce a la mitad el MB, causando una
disminución en la producción de calor. La hormona testosterona del
sexo masculino aumenta el MB. Los varones tienen un MB más alto que las
mujeres.
• Los movimientos voluntarios, como
la actividad muscular durante el ejercicio, requieren energía adicional. El
índice metabólico aumenta durante la actividad, haciendo a veces que la
producción de calor aumente hasta 50 veces la normal.
• Tiritar es una respuesta
involuntaria a las diferencias de temperatura en el cuerpo. El movimiento del
músculo esquelético mientras se tirita requiere una energía significativa. A
veces el tiritar aumenta la producción de calor de 4 a 5 veces más de lo
normal. El calor que se produce ayuda a igualar la
temperatura corporal y se deja de tiritar.
En pacientes vulnerables tiritar consume
gravemente las fuentes de energía, dando
como resultado un deterioro fisiológico mayor.
• La termogénesis sin tiritar ocurre
fundamentalmente en los neonatos.
Hipertermia
La conducción
es la transferencia de calor de un objeto a otro con contacto directo. Los
sólidos, líquidos y gases conducen el calor por medio del contacto. Cuando la piel caliente toca un objeto más frío, se pierde calor. Normalmente
la conducción es responsable de una pequeña cantidad de pérdida de calor.
Aplicar un paquete de hielo o bañar al paciente con un paño frío aumenta la pérdida de calor por conducción.
Poner varias capas de ropa reduce la pérdida por conducción. El cuerpo gana
calor por conducción cuando entra en contacto con materiales más calientes que
la temperatura de la piel
La convección
es la transferencia de calor hacia fuera por el
movimiento del aire. Un ventilador promueve la
pérdida de calor por convección. La pérdida de calor por convección aumenta cuando la piel húmeda entra en contacto con aire que
se mueve ligeramente.
La evaporación
es la transferencia de la energía de calor cuando un líquido se convierte en
gas. El cuerpo pierde continuamente calor por evaporación. Aproximadamente de 600 a 900 mil por día se evaporan
desde la piel y los pulmones, ocasionando pérdida de agua y
calor. Por medio de la regulación de la
transpiración o el sudor, el cuerpo promueve la pérdida adicional de calor por
evaporación. Cuando la temperatura corporal sube, el hipotálamo anterior activa
las glándulas sudoríparas para liberar sudor a través de pequeñísimos conductos
sobre la superficie de la piel. El sudor se evapora, lo que provoca pérdida de
calor. Durante el ejercicio físico más del 80% del calor producido se pierde
por evaporación.
Diaforesis
es la transpiración visible que ocurre fundamentalmente sobre la frente o en la
parte superior del tórax, aunque se puede ver en otros lugares del cuerpo. Por
cada hora de ejercicio en condiciones calurosas se pierde aproximadamente 11 de
líquido corporal en sudor. La evaporación excesiva causa descamación de la
piel, picores y sequedad de las fosas nasales y la faringe. Una temperatura
corporal reducida inhibe la secreción de las glándulas sudoríparas. Las
personas con ausencia congénita de glándulas sudoríparas o una enfermedad grave
de la piel que deteriora la sudoración no pueden tolerar
temperaturas calientes debido a que no pueden
enfriarse adecuadamente. La piel en la regulación de la temperatura. La piel regula la temperatura por medio del aislamiento corporal,
la vasoconstricción (que afecta a la cantidad del flujo sanguíneo y a la
pérdida de calor de la piel) y la sensación de la temperatura. La piel, el
tejido subcutáneo y la grasa mantienen el calor dentro del cuerpo. Las personas
con más grasa corporal tienen más aislamiento natural que las personas delgadas
y musculosas. En el cuerpo humano los órganos
internos producen calor; durante el ejercicio o el aumento de estimulación
simpática la cantidad de calor producida es mayor que la temperatura central
normal. La sangre fluye desde los órganos internos, llevando el calor a la
superficie del cuerpo. La piel tiene muchos vasos sanguíneos, especialmente en
las áreas de las manos, los pies y las orejas. El flujo sanguíneo a través de
esas áreas vasculares de la piel varía desde un flujo mínimo a incluso el 30%
de la sangre expulsada desde el corazón. El calor se transfiere desde la
sangre, a través de las paredes de los vasos, a la superficie de la piel y se
pierde en el entorno mediante los mecanismos de pérdida de calor. La
temperatura central del cuerpo se mantiene dentro de límites seguros. El grado
de vasoconstricción determina la cantidad de flujo sanguíneo y pérdida de calor
de la piel. Si la temperatura central es demasiado alta, el hipotálamo inhibe
la vasoconstricción. Como resultado, los vasos sanguíneos se dilatan y alcanza
más sangre la superficie de la piel. En un día caluroso y húmedo los vasos
sanguíneos de las manos se dilatan y se ven más fácilmente. Por el contrario,
si la temperatura central baja demasiado, el hipotálamo inicia la
vasoconstricción y el flujo sanguíneo a la piel es menor para conservar el
calor.
Control conductual.
Las personas sanas pueden mantener
una temperatura corporal confortable cuando se exponen a temperaturas extremas.
La capacidad de una persona para controlar la temperatura corporal depende de:
1) el grado de temperatura extrema,
2) la capacidad de la persona de
sentirse cómoda o incómoda,
3) los procesos de pensamiento o emociones,
y
4) la movilidad de la persona o su
capacidad para quitarse o ponerse más ropa.
Las
personas no pueden controlar la temperatura corporal si cualquiera de estas
capacidades se pierde. Por ejemplo, los lactantes pueden sentir las condiciones
cálidas incómodas, pero necesitan ayuda para cambiar su entorno. Los ancianos a
veces necesitan ayuda al detectar ambientes fríos y minimizar la pérdida de
calor. Las enfermedades, una disminución del nivel de consciencia o el
deterioro de los procesos de pensamiento ocasionan incapacidad para reconocer
la necesidad de cambiar la conducta para el control de la temperatura. Cuando
las temperaturas llegan a ser extremadamente calientes o filas, las conductas
que promueven la salud, como quitarse o ponerse ropa, tienen un efecto limitado
en el control de la temperatura.
Factores que afectan a la temperatura corporal
Ocurren cuando los mecanismos
fisiológicos o conductuales alteran la relación entre la producción y la
pérdida de calor.
Factores a valorar:
·
Edad. Al nacer el recién
nacido deja un entorno cálido, relativamente constante, y entra en uno en el
que la temperatura fluctúa ampliamente. Los mecanismos de control de la
temperatura están inmaduros. La temperatura de un lactante responde
drásticamente a los cambios del entorno. El enfermero debe poner un cuidado
extra para proteger a los recién nacidos de las temperaturas ambientales. Ha de
proporcionar ropa adecuada y evitar la exposición de los lactantes a
temperaturas extremas. Un recién nacido pierde hasta el 30% del calor corporal
a través de la cabeza, por lo que debe llevar gorro para evitar la pérdida de
calor. Cuando está protegido de las temperaturas extremas ambientales, la
temperatura corporal del recién nacido es normalmente de 35,5 °C a 37,5 °C. La
regulación de la temperatura es inestable hasta que los niños alcanzan la
pubertad. El rango de temperatura normal desciende gradualmente a medida que
las personas se aproximan a la edad adulta tardía. El anciano tiene un rango
más estrecho de temperatura corporal que el adulto joven. A veces se encuentran
temperaturas orales de 35 °C en los ancianos cuando hace frío. Sin embargo, la
temperatura corporal media de los ancianos es aproximadamente de 36 °C. Los
ancianos son particularmente sensibles a las temperaturas extremas debido al
deterioro de los mecanismos de control, particularmente el mal control
vasomotor (control de la vasoconstricción y vasodilatación), la reducción de
las cantidades de tejido subcutáneo, la reducción de la actividad de las
glándulas sudoríparas y la reducción del metabolismo.
·
Ejercicio. La actividad
muscular requiere un aumento del suministro sanguíneo y de la descomposición de
los carbohidratos y la grasa. Cualquier forma de ejercicio aumenta el
metabolismo y la producción de calor y, por tanto, la temperatura corporal. El
ejercicio enérgico prolongado, como correr largas distancias, eleva
temporalmente la temperatura corporal.
·
Nivel hormonal. Las mujeres
generalmente experimentan mayores fluctuaciones de temperatura corporal que los
varones. Las variaciones hormonales durante el ciclo menstrual causan
fluctuaciones de la temperatura corporal. Los niveles de progesterona se elevan
y caen cíclicamente durante el ciclo menstrual. Cuando los niveles de
progesterona son bajos, la temperatura corporal está unas décimas de grado por debajo
del nivel basal. La temperatura más baja persiste hasta que la ovulación se
produce. Durante la ovulación entran en el sistema circulatorio mayores
cantidades de progesterona y elevan la temperatura corporal a los niveles
basales previos o más altos. Estas variaciones de temperatura ayudan a predecir
los días fértiles de las mujeres para lograr un embarazo. Los cambios en la
temperatura corporal también ocurren en las mujeres durante la menopausia (cese
de la menstruación). Las mujeres que han dejado de menstruar experimentan a
menudo períodos de intenso calor corporal y sudoración que duran de 30 segundos
a 5 minutos. Durante esos períodos a menudo la temperatura de la piel tiene
aumentos intermitentes de hasta 4 °C, denominados sofocos. Esto se debe a la
inestabilidad de los controles vasomotores para la vasodilatación y
vasoconstricción.
·
Ritmo circadiano. La
temperatura corporal normalmente cambia de 0,5 °C a 1 °C durante un período de
24 horas. Sin embargo, la temperatura es uno de los ritmos más estables en el
ser humano. La temperatura es normalmente más baja entre la 1:00 y las 4:00
a.m. (fig. 29-2). Durante el día la temperatura corporal se eleva
constantemente hasta un valor de temperatura máximo aproximadamente las 4:00
p.m. y entonces desciende a los niveles de la mañana temprano. Los patrones de
temperatura no se invierten automáticamente en las personas que trabajan de
noche y duermen durante el día. Lleva de 1 a 3 semanas que el ciclo se
invierta. En general, el ritmo de la temperatura circadiana no cambia con la
edad.
·
Estrés. El estrés físico y
emocional aumenta la temperatura corporal mediante la estimulación hormonal y
neuronal. Estos cambios fisiológicos aumentan el metabolismo, lo que incrementa
la producción de calor. Un paciente que está nervioso por entrar en un hospital
o en una consulta del profesional sanitario a menudo tiene una temperatura
normal más alta.
·
Entorno. El entorno influye
en la temperatura corporal. Cuando está en una habitación caliente un paciente
puede ser incapaz de regular la temperatura corporal por los mecanismos de
pérdida de calor y la temperatura corporal puede elevarse. Si el paciente
estuviera fuera en el frío sin ropa de abrigo, la temperatura corporal podría
bajar como consecuencia de la pérdida considerable de calor por radiación y conducción.
Las temperaturas ambientales afectan a los lactantes y a los ancianos más a
menudo debido a que sus mecanismos reguladores de temperatura son menos
eficaces.
·
Alteraciones de la
temperatura. Los cambios de la temperatura corporal fuera del rango normal
están relacionados con la producción excesiva de calor, la pérdida excesiva de
calor, la producción mínima de calor, la pérdida mínima de calor o cualquier
combinación de estas alteraciones.
Fiebre.
La fiebre, o pirexia, ocurre cuando
los mecanismos de pérdida de calor no pueden mantener el mismo ritmo que una
producción excesiva de calor, lo que da lugar a una elevación anómala de la
temperatura corporal, no es dañina
normalmente si permanece por debajo de 39 °C. Una única lectura de la temperatura
no siempre indica fiebre. Además de los signos y síntomas de infección, la
determinación de la fiebre está basada en varias lecturas de la temperatura en
diferentes momentos del día comparadas con el valor normal para esa persona en
esa hora. Una fiebre verdadera proviene de una alteración en el punto fijo del
hipotálamo. Los pirógenos, como las bacterias y los virus, elevan la
temperatura corporal que actúan como antígenos, desencadenando las respuestas
del sistema inmunológico. El hipotálamo reacciona para elevar el punto fijo, y
el cuerpo responde produciendo y conservando el calor. Pasan varias horas antes
de que la temperatura corporal alcance el nuevo punto fijo. Durante este
período una persona sufre escalofríos y temblores y siente frío, aunque la
temperatura corporal se esté elevando.
La fase de escalofrío determina cuándo se alcanza el nuevo punto fijo, una temperatura más alta. Durante la siguiente fase, la etapa de meseta, los escalofríos disminuyen y la persona se siente caliente y seca. Si el nuevo punto fijo es «excedido» o los pirógenos se eliminan (p. ej., destrucción de la bacteria por antibióticos), se produce la tercera fase de un episodio febril. El punto fijo del hipotálamo cae y se inician las respuestas a la pérdida de calor. La piel se pone caliente y se enrojece debido a la vasodilatación. La diaforesis ayuda en la pérdida de calor por evaporación. Cuando la fiebre se «rompe», el paciente entra en fase afebril. La fiebre es un importante mecanismo de defensa. Las elevaciones leves de temperatura de hasta 39 °C mejoran el sistema inmunológico del cuerpo. Durante un episodio febril la producción de leucocitos se estimula. El aumento de temperatura reduce la concentración de hierro en el plasma sanguíneo, suprimiendo el crecimiento bacteriano. La fiebre también lucha contra las infecciones virales estimulando el interferón, la sustancia natural que produce el cuerpo para luchar contra los virus. La fiebre y los patrones febriles tienen una utilidad diagnóstica. Los patrones febriles difieren dependiendo del pirógeno causante. El aumento o disminución de la actividad pirógena da lugar a aumentos y descensos en diferentes momentos del día. La duración y el grado de fiebre dependen de la fuerza del pirógeno y de la capacidad de respuesta de la persona. El término fiebre de origen desconocido (FOD) se refiere a una fiebre con una causa indeterminada. Durante la fiebre el metabolismo celular aumenta y el consumo de oxígeno se eleva. El metabolismo corporal aumenta un 10% por cada grado Celsius de aumento de la temperatura. Las frecuencias cardíaca y respiratoria aumentan para satisfacer las necesidades metabólicas de nutrientes del cuerpo. El aumento del metabolismo utiliza energía que da lugar a la producción de calor adicional. Si un paciente tiene un problema cardíaco o respiratorio, el estrés de la fiebre es intenso. Una fiebre prolongada debilita al paciente y agota sus depósitos de energía. El aumento del metabolismo requiere oxígeno adicional. Si el cuerpo no puede satisfacer la demanda de oxígeno adicional, se produce una hipoxia celular (oxígeno inadecuado). La hipoxia miocárdica produce angina (dolor torácico). La hipoxia cerebral produce confusión. Las intervenciones durante la fiebre incluyen oxige- noterapia. Cuando la pérdida de agua por el aumento de la respiración y la diaforesis es excesiva, el paciente tiene riesgo de déficit del volumen de líquidos. La deshidratación es un grave problema para los ancianos y los niños con bajo peso corporal. Mantener un estado de volumen de líquidos óptimo es una actuación de enfermería importante.
Hipertermia.
Una temperatura corporal elevada
relacionada con la incapacidad del cuerpo para promover la pérdida de calor o
reducir la producción de calor se denomina hipertermia. Mientras que la fiebre
es una elevación del punto fijo del hipotálamo, la hipertermia es el resultado
de una sobrecarga de los mecanismos termorreguladores del cuerpo. Cualquier
enfermedad o traumatismo del hipotálamo perjudica los mecanismos de pérdida de
calor. La hipertermia maligna es una enfermedad hereditaria de producción de
calor incontrolada que se produce cuando las personas susceptibles a ella
reciben ciertos fármacos anestésicos.
Golpe de calor.
El calor deprime la función
hipotalámica. La exposición prolongada al sol o a una alta temperatura
ambiental sobrecarga los mecanismos de pérdida de calor del cuerpo. Estas
situaciones causan el golpe de calor, definido como una temperatura corporal de
40 °C o más. El golpe de calor es una peligrosa urgencia por calor con una alta
tasa de mortalidad. Entre los pacientes en riesgo se incluyen los muy jóvenes o
los muy mayores y los que tienen enfermedades cardiovasculares, hipotiroidismo,
diabetes o alcoholismo. También tienen riesgo los que toman medicamentos que
disminuyen la capacidad del cuerpo de perder calor (p. ej., fenotiazinas, antico-
linérgicos, diuréticos, anfetaminas y antagonistas de los receptores
betaadrenérgicos) y los que realizan ejercicio o un trabajo enérgico (p. ej.,
atletas, trabajadores de la construcción y granjeros). Los signos y síntomas de
un golpe de calor incluyen mareo, confusión, delirio, exceso de sed, náuseas,
calambres musculares, trastornos visuales e incluso incontinencia. Las
constantes vitales revelan a veces una temperatura corporal de hasta 45 °C, con
un aumento de la frecuencia cardíaca (FC) y un descenso de la PA. El signo más
importante del golpe de calor es la piel caliente y seca. Las víctimas del
golpe de calor no sudan debido a la pérdida grave de electrólitos y la mala
función del hipotálamo. Si el problema avanza, el paciente con un golpe de calor
se queda inconsciente, con las pupilas fijas y no reactivas. Puede producirse
daño neurológico permanente a menos que se inicien rápidamente medidas de
enfriamiento.
Agotamiento por calor.
El agotamiento por calor ocurre
cuando una diaforesis profusa acaba en pérdida excesiva de agua y de
electrólitos. Causado por la exposición al calor ambiental, el paciente muestra
signos y síntomas de déficit de volumen de líquidos. Los primeros auxilios
incluyen transportarlo a un entorno más frío y recuperar el equilibrio
hidroelectrolítico.
Hipotermia.
La pérdida de calor durante una
exposición prolongada al frío sobrecarga la capacidad del cuerpo de producir
calor, lo que causa hipotermia. La hipotermia se clasifica por las mediciones
de la temperatura central.
A veces es no intencionada, como caer a través del hielo de un lago helado. En ocasiones la hipotermia se induce intencionalmente durante los procedimientos quirúrgicos o de urgencia para reducir la demanda metabólica y la necesidad de oxígeno del cuerpo. La hipotermia accidental normalmente se desarrolla gradualmente y pasa desapercibida durante varias horas. Cuando la temperatura de la piel cae por debajo de 35 °C, el paciente sufre temblores incontrolados, pérdida de memoria, depresión y dificultad para tomar decisiones. A medida que la temperatura corporal cae por debajo de 34,4 °C, la FC, el ritmo respiratorio y la PA caen. La piel se vuelve cianótica. Los pacientes sufren arritmias cardíacas, pérdida de la consciencia y falta de respuesta a los estímulos del dolor si la hipotermia avanza. En casos de hipotermia grave una persona muestra signos similares a los de la muerte (p. ej., falta de respuesta a los estímulos y respiración y pulso extremadamente lentos). Cuando el enfermero sospecha que existe hipotermia, la valoración de la temperatura central es crítica. Se necesita un termómetro especial de lectura baja debido a que los dispositivos estándares no registran por debajo de 35 °C. La congelación se produce cuando el cuerpo se expone a temperaturas por debajo de lo normal. Se forman cristales de hielo en el interior de las células y se produce un daño permanente de la circulación y los tejidos. Las áreas particularmente susceptibles a la congelación son los lóbulos de las orejas, la punta de la nariz y los dedos de las manos y los pies. El área lesionada se pone blanca, cerosa y firme al tacto. El paciente pierde la sensibilidad en el área afectada. Entre las intervenciones se incluyen medidas de calentamiento gradual, analgesia y protección del tejido lesionado.
PROCESO DE ENFERMERÍA
El
enfermero aplica el proceso de enfermería y utiliza el enfoque del pensamiento
crítico en el cuidado de los pacientes. El proceso de enfermería le proporciona
un enfoque de toma de decisiones clínicas para que desarrolle e implemente un
plan individualizado de cuidados de enfermería. El conocimiento de la
fisiología de la regulación de la temperatura corporal es esencial para valorar
y evaluar la respuesta del paciente a las alteraciones de la temperatura e intervenir
de manera segura. El enfermero implementa medidas independientes para aumentar
o minimizar la pérdida de calor, promover la conservación del calor y aumentar
el confort. Estas medidas complementan los efectos de las terapias prescritas
por el médico durante la enfermedad. El enfermero también proporciona educación
a los miembros de la familia, a los padres de los niños y a otros cuidadores.
VALORACIÓN
A través de los ojos del
paciente.
Durante
el proceso de valoración el enfermero valora concienzudamente a cada paciente,
explora sus creencias y experiencias y analiza críticamente los hallazgos para
asegurarse de que toma las decisiones clínicas centradas en el paciente
necesarias para unos cuidados de enfermería seguros.
Zonas.
La
temperatura central y de la superficie del cuerpo puede ser medida en varias
zonas. Las unidades de cuidados intensivos utilizan las temperaturas centrales
de la arteria pulmonar, el esófago y la vejiga urinaria. Estas medidas
requieren el uso de dispositivos invasivos continuos colocados en las cavidades
y los órganos corporales y muestran continuamente las lecturas en un monitor
electrónico. El enfermero debe utilizar un termómetro para obtener medidas
intermitentes de la temperatura de la boca, el recto, la membrana timpánica, la
arterial temporal y la axila. También puede aplicar a la piel parches de
termómetro no invasivos preparados químicamente. Los lugares de la temperatura,
oral, rectal, axilar y de la piel, se basan en la presencia de una circulación
sanguínea efectiva en la zona de la medición. El calor de la sangre es
conducido a la sonda del termómetro. La temperatura timpánica depende de la
radiación del calor del cuerpo en un sensor infrarrojo. Debido a que la
membrana timpánica comparte el mismo suministro de sangre arterial que el
hipotálamo, es una temperatura central. La medición de la arteria temporal
detecta la temperatura del flujo sanguíneo cutáneo. Para asegurar las lecturas
precisas de la temperatura, se debe medir correctamente en cada zona. La temperatura
obtenida varía dependiendo de la zona utilizada, pero está normalmente entre 36
°C y 38 °C. Las temperaturas rectales son normalmente 0,5 °C más altas que las
temperaturas orales, y las temperaturas axilares son normalmente 0,5 °C más
bajas que las temperaturas orales. Cada una de las zonas comunes de medición de
la temperatura tiene ventajas y desventajas.
Se debe elegir el lugar más seguro y preciso para el paciente. Cuando sea posible, se debe utilizar el mismo lugar cuando sean necesarias mediciones repetidas.
Termómetros.
Existen
dos tipos de termómetros disponibles para medir la temperatura corporal: el
electrónico y el desechable. El termómetro de mercurio de cristal, en su día el
dispositivo estándar, ha sido eliminado de los centros de atención sanitaria
debido a los peligros del mercurio para el medio ambiente. Sin embargo, algunos
pacientes todavía utilizan termómetros de mercurio de cristal en sus casas.
Cuando enfermería encuentra un termómetro de mercurio de cristal en una casa, debe
informar al paciente de los dispositivos de temperatura más seguros y fomentar
el desecho de los productos de mercurio en los lugares apropiados del barrio
para residuos peligrosos.
Termómetro electrónico.
El
termómetro electrónico consiste en una unidad con una pantalla alimentada por
una batería recargable, un cable fino y una sonda de temperatura tapada por una
cubierta desechable. Existen diferentes sondas irrompibles para uso oral y
rectal. Enfermería también puede utilizar la sonda oral para la medición de la
temperatura axilar. Los termómetros electrónicos proporcionan dos modos de
funcionamiento: una temperatura predictiva de 4 segundos y una temperatura
estándar de 3 minutos. En las situaciones clínicas del día a día la mayoría de
los enfermeros utilizan el modo predictivo de 4 segundos. Suena una señal y
aparece la lectura en la pantalla de la unidad cuando la lectura de la
temperatura máxima ha sido medida. Otra forma de termómetro electrónico se
utiliza exclusivamente para la temperatura timpánica. Un espéculo como un
otoscopio con una punta de sensor de infrarrojos detecta la señal irradiada
desde la membrana timpánica. Unos segundos después de colocarlo en el conducto
auditivo, suena una señal y la lectura aparece en la pantalla de la unidad cuando
la lectura de la temperatura máxima ha sido medida. Otra forma de termómetro
electrónico mide la temperatura de la arteria temporal superficial. Un escáner
portátil con una punta de sensor de infrarrojos detecta la temperatura del
flujo sanguíneo cutáneo arrastrando el sensor a través de la frente y justo
detrás de la oreja. Después de que se ha realizado el escaneo, la lectura
aparece en la pantalla de la unidad. La temperatura de la arteria temporal es
una medida fiable y no invasiva de la temperatura central. Las mayores ventajas
de los termómetros electrónicos son que las lecturas aparecen en unos segundos
y son fáciles de leer. La funda de plástico es irrompible e ideal para los
niños. La desventaja mayor es que son caros. Mantener la limpieza de las sondas
es una consideración importante. Por ejemplo, si no se limpian apropiadamente
entre pacientes, la contaminación gastrointestinal de la sonda rectal causa
transmisión de enfermedades. Se debe limpiar el termómetro diariamente con
alcohol y la sonda del termómetro con una torunda con alcohol después de cada
paciente, poniendo especial atención a los cordoncillos donde la funda de la
sonda está atada a la sonda.
Termómetros de puntos químicos.
Los
termómetros de puntos químicos de uso único o reutilizables (fig. 29-6) son
unas tiras finas de plástico con un sensor de temperatura en un extremo. El
sensor consiste en una matriz de puntos impregnados con sustancias químicas que
cambian de color a diferentes temperaturas. Tienen una escala con 50 puntos;
cada uno representa un aumento de temperatura de 0,1 °C sobre un intervalo de
35,5 °C a 40,4 °C. Los puntos químicos del termómetro cambian de color al
reflejar la lectura de la temperatura, normalmente en menos de 60 segundos. La
mayoría son de un solo uso. En una marca reutilizable para un solo paciente los
puntos químicos vuelven al color original en unos pocos segundos. Los
termómetros de puntos químicos son normalmente para temperaturas orales. También
se pueden utilizar en las zonas axilar y rectal, cubiertos por una funda de
plástico para esta última zona, con un tiempo de colocación de 3 minutos. Los
termómetros de puntos químicos son útiles para pruebas de temperatura,
especialmente para lactantes y niños pequeños y pacientes que están intubados.
Debido a que los termómetros de puntos químicos a menudo subestiman la temperatura
oral >0,4 °C, se deben utilizar termómetros electrónicos para confirmar la
medición hecha con un termómetro de puntos químicos cuando se trata de
decisiones terapéuticas. Los termómetros de puntos químicos son útiles cuando
se atiende a pacientes en aislamiento protector para evitar la necesidad de
llevar instrumentos electrónicos a las habitaciones de los pacientes (v. cap. 28).
Otro termómetro desechable útil para la temperatura de detección precoz es un
parche o tira sensible a la temperatura. Aplicado a la frente o al abdomen, las
áreas químicas sensibles del parche cambian de color a diferentes temperaturas.
DIAGNÓSTICO DE
ENFERMERÍA
Después de concluir su valoración, el
enfermero agrupa las características definitorias para hacer un diagnóstico de
enfermería (cuadro 29-7). Por ejemplo, un aumento de la temperatura corporal,
piel enrojecida, piel caliente al tacto y taquicardia indican el diagnóstico de
hipertermia. El enfermero enuncia el diagnóstico de enfermería como una
alteración de la temperatura de riesgo o real. Debe implementar las acciones
para minimizar o eliminar los factores de riesgo si el paciente tiene factores
de riesgo para alteraciones de la temperatura. Ejemplos de diagnósticos de
enfermería para pacientes con alteraciones de la temperatura corporal son los
siguientes:
• Riesgo de desequilibrio de la
temperatura corporal.
• Hipertermia.
• Hipotermia.
• Termorregulación
ineficaz.
Una
vez que el enfermero determina un diagnóstico, debe seleccionar con precisión
el factor relacionado o etiología. El factor relacionado le permite seleccionar
las intervenciones de enfermería apropiadas. En el ejemplo de hipertermia, un
factor relacionado de actividad vigorosa da lugar a intervenciones muy
diferentes a las que da lugar el factor relacionado de disminución de la
capacidad para transpirar.
PLANIFICACIÓN
Durante la planificación el enfermero
integra el conocimiento recogido de la valoración y la historia del paciente
para desarrollar un plan de cuidados individualizado (v. Plan de cuidados de
enfermería). Debe hacer corresponder las necesidades del paciente con las
intervenciones que están apoyadas y recomendadas en la literatura de la
investigación clínica.
Objetivos y
resultados.
El plan de cuidados para un paciente
con alteración de la temperatura incluye objetivos realistas e individualizados
junto con resultados relevantes. Esto requiere colaboración con el paciente y
su familia al establecer los objetivos y los resultados y seleccionar las
intervenciones de enfermería. El enfermero establece los resultados esperados
para calibrar el progreso hacia el retorno de la temperatura corporal a un
rango aceptable. En casos en los que la alteración de la temperatura requiere
ayudar a los pacientes a modificar su entorno, los objetivos pueden ser a largo
plazo (p. ej., obtener ropa apropiada para llevar en tiempo frío). Los
objetivos a corto plazo, como recobrar el rango normal de la temperatura
corporal, mejoran la salud del paciente. En el ejemplo de un paciente que tiene
una fiebre alta y una diaforesis excesiva, el objetivo de los cuidados es
conseguir el equilibrio de líquidos y electrólitos. El resultado es que la
ingesta y la eliminación del paciente sean iguales en las 24 horas siguientes.
Establecer prioridades.
El enfermero establece prioridades de
cuidados con respecto hasta qué punto la alteración de la temperatura afecta al
paciente. La gravedad de una alteración de la temperatura y sus efectos, junto
con el estado de salud general del paciente, influyen en las prioridades de los
cuidados. La seguridad es la prioridad máxima. A menudo otros problemas
clínicos complican el plan de cuidados. Por ejemplo, el desequilibrio de la
temperatura corporal afecta a las necesidades corporales de líquidos. Los
pacientes con problemas cardíacos a menudo tienen dificultades para tolerar la
terapia de sustitución de líquidos necesaria.
Trabajo en equipo y de colaboración.
Los pacientes con riesgo de
desequilibrio de la temperatura corporal requieren un plan de cuidados
individualizado dirigido a mantener la normotermia y reducir los factores de
riesgo. Por ejemplo, es importante establecer el resultado de que el paciente
pueda explicar qué acciones apropiadas debe realizar y qué recursos
comunitarios disponibles debe utilizar (p. ej., centros de refrigeración)
durante una ola de calor. El enfermero enseña al paciente y al cuidador la
importancia de la termorregulación y qué acciones realizar cuando hay un calor
ambiental excesivo. La educación es particularmente importante para los padres,
que deben saber cómo actuar en casa y a quién llamar (p. ej., consulta del
profesional sanitario, enfermero de cuidados domiciliarios) cuando un lactante
o un niño desarrolla un desequilibrio de temperatura.
IMPLEMENTACIÓN
Promoción
de la salud.
Manteniendo el equilibrio entre la producción de calor y
la pérdida de calor, el enfermero promueve la salud de los pacientes con riesgo
de desequilibrio de la temperatura corporal. Tiene que tener en cuenta la
actividad del paciente, la temperatura del entorno y la ropa. Debe enseñar a
los pacientes a evitar hacer ejercicio extenuante en tiempo caluroso y húmedo;
beber líquidos, como agua o zumos de fruta pura antes, durante y después del
ejercicio; y llevar ropa ligera, suelta y de colores claros. También debe
enseñar a los pacientes a evitar hacer ejercicio en áreas con mala ventilación,
cubrirse la cabeza cuando se está fuera y exponerse a climas calurosos
gradualmente. La prevención es la clave para pacientes con riesgo de
hipotermia; Implica educar a los pacientes, a los miembros de la familia y a
los amigos. Entre los pacientes en riesgo se incluyen los muy jóvenes, los muy
mayores y las personas debilitadas por traumatismos, accidente cerebrovascular,
diabetes, intoxicación por drogas o alcohol y septicemia. Los pacientes con
enfermedad mental o discapacitados a veces son víctimas de hipotermia debido a
que no son conscientes de los peligros de las condiciones frías. Las personas
sin calefacción en casa, sin refugio, dieta o ropa adecuados también tienen
riesgo. El cansancio, el color oscuro de la piel, la mala alimentación y la
hipoxemia también contribuyen al riesgo de congelación
Cuidados agudos
Fiebre.
Cuando se desarrolla una temperatura
corporal elevada, el enfermero debe iniciar las intervenciones para tratar la
fiebre. El objetivo de la terapia es aumentar la pérdida de calor, reducir la
producción de calor y evitar complicaciones. La elección de las intervenciones
depende de la causa, los efectos adversos y la fuerza, intensidad y duración de
la subida de la temperatura. Los enfermeros son esenciales para valorar e
implementar las estrategias para reducir la temperatura (cuadro 29-8). El
profesional sanitario intenta determinar la causa de la temperatura elevada
aislando el pirógeno causante. A veces es necesario obtener muestras de cultivo
para análisis de laboratorio, como orina, sangre, esputo y zonas de la herida.
Se prescriben algunos medicamentos antibióticos después de que se han obtenido
los cultivos. Administrar antibióticos destruye las bacterias pirógenas y
elimina el estímulo corporal para la temperatura elevada. La mayor parte de las
fiebres en los niños son de origen viral, duran m uy poco y tienen efectos
limitados. Sin embargo, los mecanismos de control de la temperatura de los
niños todavía son inmaduros y la temperatura puede elevarse rápidamente. En los
niños de entre 6 meses y 3 años de edad se producen convulsiones febriles y
deshidratación durante la subida de temperatura. Las convulsiones febriles son
inusuales en niños mayores de 5 años. El nivel de la temperatura, a menudo
mayor de 38,8 °C, parece ser un factor más importante que la rapidez del
aumento de temperatura. Los niños tienen un riesgo particular de déficit de
volumen de líquidos debido a que pueden perder rápidamente grandes cantidades
de líquidos en proporción a su peso corporal. Es importante mantener registros
precisos de ingesta y eliminación, pesar al paciente diariamente y estimular la
ingesta de líquidos. A veces la fiebre es una respuesta de hipersensibilidad a
un fármaco. La fiebre por fármacos va a menudo acompañada de otros síntomas de
alergia como sarpullido o prurito (picor). El tratamiento implica retirar la
medicación. Los antipiréticos son medicamentos que reducen la fiebre. Los
fármacos antiinflamatorios no esteroideos, como paracetamol, ácido salicílico,
indometacina y ketorolac, reducen la fiebre por el aumento de la pérdida de
calor. Los corticoides reducen la producción de calor interfiriendo en el
sistema inmunológico y ocultando los signos de infección. No se utilizan para
tratar la fiebre. Sin embargo, pueden suprimir la fiebre en respuesta a un
pirógeno. La terapia no farmacológica para la fiebre utiliza métodos que
aumentan la pérdida de calor por evaporación, conducción, convección o
radiación. El enfermero debe asegurarse de que las medidas enfermeras para mejorar
el enfriamiento del cuerpo no estimulan los temblores. El temblor es
contraproducente y aumenta el gasto de energía hasta un 400%. Los baños con
esponja tibia, bañar con soluciones de alcohol con agua, aplicar bolsas de
hielo en la zona de las axilas y de las ingles, y aplicar ventiladores eran
prácticas que se empleaban anteriormente para reducir la fiebre; sin embargo,
hay que evitar estas terapias porque producen temblores. No hay ninguna ventaja
de estos métodos sobre los medicamentos antipiréticos. Las mantas refrigeradas
por medio de la circulación de agua impulsada por unidades motorizadas aumentan
la pérdida de calor por conducción. Se deben seguir las instrucciones del
fabricante para aplicar estas mantas hipotérmicas debido al riesgo de rotura de
la piel y de «quemaduras por congelación». Colocar una toalla de baño entre el
paciente y la manta hipotérmica y envolver las extremidades distales (dedos de
las manos y pies y genitales) reduce el riesgo de lesión en la piel y en los
tejidos por la terapia de hipotermia. Envolver las extremidades del paciente
reduce la incidencia y la intensidad de los temblores. Medicamentos como la
meperidina o el butorfanol reducen los temblores.
Golpe de calor.
El golpe de calor es una situación
de urgencia. El tratamiento de primeros auxilios incluye mover al paciente a un
entorno más frío, quitar del cuerpo el exceso de ropa, colocar toallas mojadas
frías sobre la piel y utilizar ventiladores oscilantes para aumentar la pérdida
de calor por convección. El tratamiento clínico de urgencia incluye líquidos
intravenosos (i.v.), irrigar el estómago y el intestino inferior con soluciones
frías, y mantas hipotérmicas.
Hipotermia.
El tratamiento prioritario para
la hipotermia es prevenir una bajada mayor de la temperatura corporal. Quitar
las ropas mojadas, reemplazarlas con secas y envolver a los pacientes en mantas
son las intervenciones enfermeras clave. En urgencias lejos de un entorno de
atención sanitaria, hay que poner al paciente acostado debajo de mantas cerca
de una persona caliente. Un paciente consciente se beneficia bebiendo líquidos
calientes, como sopa, y evitando el alcohol y los líquidos con cafeína. También
es útil mantener la cabeza cubierta, colocar al paciente cerca de un fuego o
una habitación caliente, o colocar almohadillas calefactoras cerca de las áreas
del cuerpo (cabeza y cuello) que pierden más rápidamente el calor.
Atención para el restablecimiento y atención continuada.
El enfermero educa al paciente
con fiebre sobre la importancia de tomar y continuar tomando el antibiótico
según se le ha indicado hasta que el ciclo de tratamiento se complete. Los
niños y los ancianos tienen riesgo de déficit de volumen de líquidos debido a
que pueden perder rápidamente grandes cantidades de líquidos en proporción a su
peso corporal. Identificar los líquidos preferidos y estimular la ingesta de
líquidos es una continua e importante intervención de enfermería.
EVALUACIÓN
A través de los ojos del paciente.
El profesional enfermero evalúa las perspectivas de su paciente sobre los cuidados
proporcionados. ¿Está satisfecho con los resultados de los cuidados o el plan
de cuidados necesita ser modificado? Incluir al paciente en la evaluación
demuestra que el enfermero valora su perspectiva y contribuye a la seguridad
del paciente. Resultados del paciente. El enfermero evalúa todas las intervenciones
de enfermería com parando la respuesta real del paciente con los resultados
esperados del plan de cuidados. Debe determinar si los objetivos de los
cuidados se han cumplido y revisar el plan de cuidados cuando sea necesario.
Después de cualquier intervención hay que medir la temperatura del paciente
para evaluar los cambios. También hay que utilizar otras medidas evaluativas,
como palpar la piel y valorar el pulso y la respiración. Si las terapias son
efectivas, la temperatura corporal vuelve a un rango aceptable, otras
constantes vitales se estabilizan y el paciente manifiesta una sensación de
confort.
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Bibliografía:
- Potter Perry (2013). Fundamentos de Enfermería 8ed –Editorial Elsevier.
- Berman- Snyder - Kozier -Erb (2008). Fundamentos de enfermería Vol II- Editorial Pearson.
- Du-Gas (2001). Tratado de Enfermería Práctica - Editorial Mc Graw Hill Interamericana.
Ver Tema Nº 5 (h): Alteraciones de la movilidad.