Promoción de la Salud Mental y enfermería
Salud mental: fortalecer nuestra respuesta
Datos y cifras
- La salud mental es algo más que la
ausencia de trastornos mentales.
- La salud mental es parte integral
de la salud; tanto es así que no hay salud sin salud mental.
- La salud mental está determinada
por múltiples factores socioeconómicos, biológicos y medioambientales.
- Existen estrategias e
intervenciones intersectoriales eficaces y rentables de promoción,
protección y restablecimiento de la salud mental.
La salud mental es un componente
integral y esencial de la salud. La Constitución de la OMS dice: «La salud es
un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades.» Una importante consecuencia de esta
definición es que considera la salud mental como algo más que la ausencia de
trastornos o discapacidades mentales.
La salud mental es un estado
de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer
frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de
contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el
fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la
comunidad.
La salud mental y el
bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de
pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y
disfrutar de la vida. Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la
protección y el restablecimiento de la salud mental son preocupaciones vitales
de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo.
Determinantes de la salud mental
La salud mental individual
está determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos.
Por ejemplo, las presiones socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo
bien conocido para la salud mental de las personas y las comunidades. Las
pruebas más evidentes están relacionadas con los indicadores de la pobreza, y
en particular con el bajo nivel educativo.
La mala salud mental se
asocia asimismo a los cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo
estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos
de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala salud física y a las
violaciones de los derechos humanos.
También hay factores de la
personalidad y psicológicos específicos que hacen que una persona sea más
vulnerable a los trastornos mentales. Por último, los trastornos mentales
también tienen causas de carácter biológico, dependientes, por ejemplo, de
factores genéticos o de desequilibrios bioquímicos cerebrales.
Promoción y protección de la salud mental
La promoción de la salud
mental consiste en acciones que creen entornos y condiciones de vida que
propicien la salud mental y permitan a las personas adoptar y mantener modos de
vida saludables. Entre ellas hay una serie de acciones para aumentar las
posibilidades de que más personas tengan una mejor salud mental.
Un ambiente de respeto y
protección de los derechos civiles, políticos, socioeconómicos y culturales
básicos es fundamental para la promoción de la salud mental. Sin la seguridad y
la libertad que proporcionan estos derechos resulta muy difícil mantener un
buen nivel de salud mental.
Las políticas nacionales de
salud mental no deben ocuparse únicamente de los trastornos mentales, sino
reconocer y abordar cuestiones más amplias que fomentan la salud mental como la
incorporación de la promoción de la salud mental a las políticas y programas de
los sectores gubernamental y no gubernamental. Además del sector de la salud,
es esencial la participación de los sectores de la educación, el trabajo, la
justicia, el transporte, el medio ambiente, la vivienda o la asistencia social.
La promoción de la salud
mental depende en gran medida de estrategias intersectoriales. Entre otras
formas concretas de fomentar la salud mental se pueden mencionar:
·
las intervenciones en la
infancia precoz (por ejemplo, la creación de un entorno estable que atienda las
necesidades de salud y nutrición del niño, lo proteja de las amenazas y le
proporcione oportunidades de aprendizaje precoz e interacciones que sean
sensibles, le den apoyo emocional y estimulen su desarrollo);
·
el apoyo a los niños (por
ejemplo, programas de creación de capacidades y programas de desarrollo
infantil y juvenil);
·
la emancipación
socioeconómica de la mujer (por ejemplo, mejora del acceso a la educación y
concesión de microcréditos):
·
el apoyo social a las
poblaciones geriátricas (por ejemplo, iniciativas para hacer amistades y
centros comunitarios y de día);
·
los programas dirigidos a
grupos vulnerables, y en particular a las minorías, los pueblos indígenas, los
migrantes y las personas afectadas por conflictos y desastres (por ejemplo,
intervenciones psicosociales tras los desastres);
·
las actividades de promoción
de la salud mental en la escuela (por ejemplo, programas de apoyo a los cambios
ecológicos en la escuela y escuelas amigas de los niños);
·
las intervenciones de salud
mental en el trabajo (por ejemplo, programas de prevención del estrés);
·
las políticas de vivienda
(por ejemplo, mejora de las viviendas);
·
los programas de prevención
de la violencia (por ejemplo, la reducción de la disponibilidad del alcohol y
del acceso a las armas);
·
los programas de desarrollo
comunitario (por ejemplo, iniciativas de colaboración ciudadana y de desarrollo
rural integrado);
·
la reducción de la pobreza y
la protección social para los pobres;
·
legislación y campañas contra
la discriminación;
·
promoción de los derechos,
las oportunidades y la atención de las personas con trastornos mentales.
Atención y tratamiento de trastornos de salud mental
En el contexto de los
esfuerzos nacionales por desarrollar y aplicar políticas relativas a la salud
mental, es esencial, no solo proteger y promover el bienestar mental de los
ciudadanos, sino también satisfacer las necesidades de las personas con
trastornos de salud mental.
En el último decenio ha
mejorado considerablemente el conocimiento de lo que hay que hacer en relación
con la creciente carga de morbilidad derivada de trastornos mentales. Existe un
corpus cada vez mayor de pruebas científicas que demuestran la eficiencia y la
buena relación costo-eficacia de intervenciones cruciales para abordar
trastornos mentales prioritarios en países con diferentes niveles de desarrollo
económico. Entre las intervenciones costoeficaces, viables y asequibles se
pueden mencionar:
·
tratamiento de la epilepsia
con medicación antiepiléptica;
·
tratamiento de la depresión
con psicoterapia y, en casos moderados y graves, antidepresivos (genéricos);
·
tratamiento de la psicosis
con medicamentos antipsicóticos más antiguos y apoyo psicosocial al paciente;
·
aplicación de impuestos a
las bebidas alcohólicas y restricción de su disponibilidad y comercialización.
También existe una serie de
medidas eficaces para prevenir el suicidio, prevenir y tratar trastornos
mentales en niños, prevenir y tratar la demencia y tratar los trastornos
relacionados con el consumo de sustancias. El Programa de acción para superar
la brecha en salud mental (mhGAP) ha elaborado directrices basadas en la
evidencia para que los no especialistas puedan identificar y atender mejor una
serie de trastornos mentales prioritarios.
Respuesta de la OMS
La OMS presta apoyo a los
gobiernos con el fin de promover y reforzar la salud mental. La OMS ha evaluado
los datos científicos para promover la salud mental y está colaborando con los
gobiernos para difundir esta información e integrar las estrategias eficaces en
las políticas y planes.
En 2013, la Asamblea Mundial
de la Salud aprobó un plan de acción integral sobre salud mental para el
período 2013-2020. En el marco del Plan, los Estados Miembros de la OMS se
comprometen a adoptar medidas específicas para mejorar la salud mental y
contribuir al logro de los objetivos mundiales.
El Plan de acción tiene el
objetivo general de promover la salud mental, prevenir trastornos mentales,
dispensar atención, mejorar la recuperación, promover los derechos humanos y
reducir la mortalidad, morbilidad y discapacidad de personas con trastornos
mentales. Está centrado en cuatro objetivos principales
orientados a:
·
reforzar el liderazgo y la
gobernanza eficaces en lo concerniente a salud mental;
·
proporcionar en el ámbito
comunitario servicios de salud mental y asistencia social completos, integrados
y adecuados a las necesidades;
·
poner en práctica
estrategias de promoción y prevención en el campo de la salud mental;
·
fortalecer los sistemas de
información, los datos científicos y las investigaciones sobre la salud mental.
En el marco del Plan se hace
particular hincapié en la protección y promoción de los derechos humanos, el
fortalecimiento y fomento de la sociedad civil y el papel central de la
atención comunitaria.
Con miras a alcanzar sus
objetivos, el Plan de acción propone y pide a los gobiernos, los asociados
internacionales y la OMS la adopción de medidas claras. Los Ministerios de
Salud deberán asumir un papel de liderazgo, y la OMS colaborará con ellos y con
los asociados internacionales y nacionales, incluida la sociedad civil, en la
ejecución del Plan. Dado que no existe una medida apropiada para todos los
países, cada gobierno deberá adaptar el Plan de acción a sus circunstancias
nacionales específicas.
El Plan de acción permitirá
a las personas con trastornos mentales:
·
acceder más fácilmente a los
servicios de salud mental y bienestar social;
·
recibir tratamiento
dispensado por personal sanitario debidamente cualificado, en el marco de la
atención sanitaria general; el mhGAP de la OMS y sus instrumentos basados en la
evidencia pueden facilitar este proceso;
·
participar en la
reorganización, prestación y evaluación de servicios, de manera que la atención
y el tratamiento respondan mejor a sus necesidades;
·
obtener mayor acceso a las
prestaciones públicas de invalidez y a los programas de vivienda y medios de
subsistencia, y participar más activamente en los trabajos y la vida de sus
comunidades, así como en los asuntos cívicos.
Bibliografia: