Enfermería del Adulto y Anciano. Tema Nº 2




CUIDADOS DE ENFERMERÍA A LOS ADULTOS Y ANCIANOS EN LA PROMOCIÓN DE LA SALUD, EN LA PREVENCIÓN DE RIESGOS Y DAÑOS, EN RECUPERACIÓN DE LA SALUD Y EN LA REHABILITACIÓN.

La enfermería desempeña un papel crucial en la atención y el cuidado de adultos y ancianos, ya sea en entornos hospitalarios, comunitarios o de atención domiciliaria. La importancia de la enfermería en estos grupos de edad radica en su capacidad para proporcionar cuidados holísticos que aborden no solo las necesidades físicas, sino también las emocionales, sociales y espirituales. Exploraremos los cuidados de enfermería dirigidos a los adultos y ancianos en cuatro áreas clave: promoción de la salud, prevención de riesgos y daños, recuperación de la salud y rehabilitación.

Promoción de la Salud

La promoción de la salud es un componente fundamental de la práctica de enfermería, especialmente en la atención de adultos y ancianos. Implica actividades diseñadas para mejorar y mantener la salud y el bienestar de los individuos y comunidades. En este sentido, los enfermeros desempeñan un papel vital al educar a los adultos y ancianos sobre hábitos de vida saludables, fomentar la participación en actividades de prevención y promover la autonomía y el autocuidado.

Educación en hábitos de vida saludables

La educación en hábitos de vida saludables abarca una variedad de temas, que van desde la nutrición y el ejercicio hasta la gestión del estrés y el sueño. Los adultos y ancianos pueden beneficiarse enormemente de una orientación adecuada en estas áreas para prevenir enfermedades crónicas y promover un envejecimiento saludable.

Por ejemplo, la educación sobre la importancia de una dieta balanceada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Asimismo, se puede ofrecer orientación sobre la importancia de mantenerse físicamente activo, adaptando el ejercicio a las capacidades y necesidades individuales de cada persona.

Fomento de la participación en actividades de prevención

Los enfermeros también desempeñan un papel vital en el fomento de la participación en actividades de prevención, como la vacunación, la detección temprana de enfermedades y la realización de exámenes de salud regulares. Para los adultos y ancianos, estas medidas preventivas son especialmente importantes debido al aumento del riesgo de ciertas enfermedades con la edad.

Por ejemplo, los enfermeros pueden promover la vacunación contra la influenza y el neumococo entre los adultos mayores para reducir el riesgo de complicaciones graves relacionadas con estas infecciones respiratorias. Además, pueden realizar exámenes de detección regulares para enfermedades como el cáncer colorrectal, el cáncer de mama y la osteoporosis, identificando así problemas de salud en etapas tempranas cuando son más tratables.

Promoción de la autonomía y el autocuidado

La promoción de la autonomía y el autocuidado es un aspecto fundamental de la enfermería centrada en el paciente. Los adultos y ancianos deben ser capacitados para participar activamente en su cuidado y tomar decisiones informadas sobre su salud. Los enfermeros pueden ayudar a fomentar la autonomía proporcionando información clara y comprensible sobre las opciones de tratamiento, apoyando la toma de decisiones compartidas y ofreciendo recursos para el autocuidado.

Por ejemplo, los enfermeros pueden enseñar a los adultos mayores técnicas de autocontrol para controlar su presión arterial o monitorear sus niveles de glucosa en sangre en el caso de la diabetes. Además, pueden proporcionar educación sobre el uso adecuado de medicamentos y ayudar a desarrollar planes de cuidado personalizados que se ajusten a las necesidades y preferencias individuales de cada persona.

Prevención de Riesgos y Daños

La prevención de riesgos y daños es otra área clave de la práctica de enfermería dirigida a adultos y ancianos. Esto implica identificar y abordar los factores de riesgo que pueden predisponer a estos grupos de edad a enfermedades, lesiones o complicaciones de salud.

Evaluación de riesgos y factores de riesgo

Los enfermeros son responsables de realizar evaluaciones de salud exhaustivas para identificar los factores de riesgo individuales y ambientales que pueden afectar la salud de los adultos y ancianos. Esto puede incluir la evaluación de factores de riesgo modificables, como el tabaquismo, la obesidad, la inactividad física y la mala alimentación, así como factores de riesgo no modificables, como la edad, el sexo y la historia familiar.

Una vez identificados estos factores de riesgo, los enfermeros pueden trabajar con los adultos y ancianos para desarrollar estrategias de prevención personalizadas que aborden estas preocupaciones y reduzcan el riesgo de enfermedad o lesión. Esto puede implicar cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, perder peso o aumentar la actividad física, así como la modificación del entorno para reducir la exposición a riesgos ambientales.

Promoción de entornos seguros

Los enfermeros también desempeñan un papel importante en la promoción de entornos seguros para adultos y ancianos, especialmente aquellos que residen en entornos de atención a largo plazo, como hogares de ancianos o instalaciones de cuidados a domicilio. Esto puede incluir la identificación y corrección de riesgos para la seguridad, como caídas, accidentes con medicamentos y lesiones por movilidad reducida.

Por ejemplo, los enfermeros pueden realizar evaluaciones de riesgo de caídas en adultos mayores y recomendar modificaciones en el hogar, como la instalación de barras de agarre en el baño, la eliminación de obstáculos en áreas de alto tráfico y la mejora de la iluminación para reducir el riesgo de caídas y lesiones.

Educación sobre seguridad y prevención de lesiones

La educación sobre seguridad y prevención de lesiones es otra intervención clave de enfermería dirigida a adultos y ancianos. Esto puede incluir la educación sobre el uso adecuado de dispositivos de asistencia, como bastones o andadores, la prevención de quemaduras y lesiones por caídas, y la promoción de prácticas seguras de manejo de medicamentos.

Por ejemplo, los enfermeros pueden educar a los adultos mayores sobre la importancia de almacenar los medicamentos en envases seguros y etiquetados, tomar medicamentos según las indicaciones y evitar la automedicación. Además, pueden ofrecer consejos sobre la eliminación adecuada de medicamentos vencidos o no utilizados para evitar la posibilidad de intoxicaciones accidentales.

Recuperación de la Salud

Cuando los adultos y ancianos enfrentan enfermedades agudas o crónicas, los enfermeros desempeñan un papel crucial en su recuperación. Esto implica proporcionar cuidados de enfermería especializados y coordinar la atención interdisciplinaria para optimizar los resultados de salud y mejorar la calidad de vida del paciente.

Monitorización y manejo de síntomas

Durante el proceso de recuperación, los enfermeros son responsables de la monitorización continua de los síntomas y la respuesta al tratamiento. Esto puede implicar la evaluación regular de signos vitales, el control de la administración de medicamentos y la observación de cambios en el estado clínico del paciente.

Los enfermeros también juegan un papel clave en el manejo de síntomas como el dolor, la fatiga, la falta de aliento y la ansiedad, utilizando técnicas de alivio del dolor, medidas de confort y estrategias de apoyo emocional para mejorar el bienestar del paciente durante el proceso de recuperación.

Educación y apoyo al paciente y la familia

La educación y el apoyo al paciente y la familia son componentes esenciales de la recuperación de la salud. Los enfermeros trabajan en estrecha colaboración con los pacientes y sus familias para proporcionar información clara y comprensible sobre el diagnóstico, el tratamiento y el manejo de la enfermedad.

Además, los enfermeros ayudan a facilitar la transición del paciente desde el entorno hospitalario hasta el hogar, proporcionando instrucciones de autocuidado, coordinando servicios de atención domiciliaria y conectando al paciente con recursos comunitarios de apoyo, como grupos de apoyo y programas de rehabilitación.

Coordinación de la atención interdisciplinaria

La recuperación exitosa de la salud a menudo requiere una atención coordinada y colaborativa entre múltiples profesionales de la salud. Los enfermeros desempeñan un papel crucial en la coordinación de la atención interdisciplinaria, trabajando en estrecha colaboración con médicos, terapeutas, trabajadores sociales y otros miembros del equipo de atención para garantizar una atención integral y centrada en el paciente.

Esto puede implicar la comunicación efectiva de información relevante del paciente, la participación en reuniones de equipo interdisciplinario y la colaboración en la planificación y ejecución de planes de atención individualizados que aborden las necesidades únicas de cada paciente durante el proceso de recuperación.

Rehabilitación

La rehabilitación es una parte integral del proceso de recuperación para muchos adultos y ancianos que enfrentan enfermedades, lesiones o discapacidades. La enfermería desempeña un papel importante en la facilitación de la rehabilitación, ayudando a los pacientes a alcanzar su máximo potencial funcional y mejorar su calidad de vida.

Evaluación de necesidades de rehabilitación

El primer paso en el proceso de rehabilitación es realizar una evaluación exhaustiva de las necesidades individuales del paciente. Los enfermeros trabajan en estrecha colaboración con otros miembros del equipo de rehabilitación, como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas, para identificar los déficits funcionales y establecer objetivos de rehabilitación específicos para cada paciente.

Esto puede implicar la evaluación de la movilidad, la fuerza, la coordinación, el equilibrio, la función cognitiva y otras áreas de funcionamiento para desarrollar un plan de tratamiento integral que aborde las necesidades únicas de cada paciente.

Implementación de intervenciones de rehabilitación

Una vez establecido el plan de rehabilitación, los enfermeros trabajan en colaboración con otros miembros del equipo de rehabilitación para implementar intervenciones específicas diseñadas para mejorar la función y promover la independencia del paciente.

Esto puede incluir la realización de ejercicios de rehabilitación prescritos, la enseñanza de técnicas de transferencia segura y el uso de dispositivos de asistencia, la supervisión de la participación del paciente en actividades de la vida diaria y la provisión de apoyo emocional y motivacional para fomentar el progreso en el proceso de rehabilitación.

Evaluación del progreso y ajuste del plan de rehabilitación

Durante el proceso de rehabilitación, los enfermeros son responsables de monitorear de cerca el progreso del paciente y ajustar el plan de rehabilitación según sea necesario para garantizar resultados óptimos.

Esto puede implicar la realización regular de evaluaciones de seguimiento para evaluar el progreso hacia los objetivos de rehabilitación, la identificación de barreras o desafíos que puedan obstaculizar el progreso y la modificación del plan de tratamiento en consecuencia para abordar estas preocupaciones.

Apoyo continuo y educación para la autogestión

Una vez completado el programa de rehabilitación formal, los enfermeros continúan desempeñando un papel importante en el apoyo continuo y la educación para la autogestión del paciente. Esto puede incluir la provisión de recursos comunitarios y servicios de apoyo, la educación sobre estrategias de autocuidado y prevención de recaídas, y la promoción de la participación del paciente en actividades recreativas y sociales que promuevan la salud y el bienestar a largo plazo.

Conclusiones

En conclusión, los cuidados de enfermería dirigidos a adultos y ancianos en la promoción de la salud, prevención de riesgos y daños, recuperación de la salud y rehabilitación son fundamentales para mejorar los resultados de salud y la calidad de vida de estos grupos de edad. Los enfermeros desempeñan un papel vital en la prestación de cuidados holísticos que abordan las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales de los adultos y ancianos, ayudándoles a alcanzar su máximo potencial de salud y bienestar a lo largo de su ciclo de vida.

La implementación efectiva de estos cuidados requiere una comprensión profunda de las necesidades y desafíos únicos que enfrentan los adultos y ancianos, así como un enfoque centrado en el paciente que reconozca la importancia de la participación activa del paciente y la colaboración interdisciplinaria en el proceso de atención. Al adoptar un enfoque integral y centrado en el paciente, los enfermeros pueden desempeñar un papel crucial en la promoción de la salud, la prevención de riesgos y daños, la recuperación de la salud y la rehabilitación de adultos y ancianos. Además, es importante destacar la necesidad de políticas de salud pública que apoyen y promuevan la atención de enfermería de alta calidad para estos grupos de edad, así como la formación continua y el desarrollo profesional de los enfermeros para garantizar que estén equipados con las habilidades y conocimientos necesarios para proporcionar cuidados óptimos.

Como hemos visto existen distintos niveles de atención.

El siguiente gráfico, hace referencia a ellos estableciéndolos por prioridad, la pirámide desarrollada por el Core Functions Projet sirve como modelo para mejorar la atención sanitaria de los ciudadanos, muestra que los servicios de atención sanitaria basados en la población proporcionan la base para los servicios preventivos. Estos servicios incluyen atención sanitaria primaria, secundaria y terciaria. Los logros en los niveles inferiores de la pirámide contribuyen a la mejora de la atención sanitaria de los niveles superiores. Lo ideal es que la atención sanitaria enfatice la gestión de la salud en vez de la gestión de la enfermedad, la premisa es que, a largo plazo, la promoción de la salud reduce los costos de la atención sanitaria.





Una perspectiva de bienestar se centra en la salud de las poblaciones y las comunidades donde viven en lugar de limitarse a buscar una cura para la enfermedad de una persona. En EEUU la esperanza de vida es de 79,9 años (2013), en Argentina la esperanza de vida al nacer es de 76,37 años, en 2017 subió a 76,37 años, y de las mujeres fue de 79,73 años, mayor que la de los hombres que fue 72,92 años, en Argentina ocupa el puesto 63 (2017) esto quiere decir que sus habitantes tienen una esperanza media-alta. Ha sido progresivo comparado al siglo pasado.

Sumado al aumento de esperanza de vida, la muerte de adultos relacionada con la cardiopatía coronaria y el accidente cerebrovascular tiende a reducirse a largo plazo y existe una tendencia de reducción de la mortalidad infantil desde 1900. La disminución en la tasa de mortalidad se ha atribuido a los avances en la higiene y la prevención de enfermedades infecciosas (ej., agua, alcantarillado, inmunización y condiciones hacinadas de vida), la enseñanza a la población (ej. hábitos dietéticos, reducción en el consumo de tabaco y control de la presión arterial) y programas de prevención de lesiones (ej. cinturones de seguridad, asientos para niños y leyes sobre el uso de cascos).

En Argentina se ha desarrollado hasta el momento un programa integral que contempla la promoción de la salud, el envejecimiento activo y saludable, dependiente del Ministerio de Salud.

ProNEAS:

A través del Programa Nacional de Envejecimiento Activo y Salud busca articular acciones dirigidas a las personas mayores, de cara a establecer un modelo de salud integral que mejore su calidad de vida desde el enfoque del envejecimiento activo y saludable.

Finalidad del programa:

  • Favorecer el desarrollo de la promoción de la salud y la atención primaria de la salud para adultos mayores en el sistema de salud.
  • Promover el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por la Constitución Argentina y por los tratados internacionales vigentes, respecto a la salud de las personas mayores, los ancianos y las personas mayores con discapacidad.
  • Promover el desarrollo de servicios integrados para la vejez frágil y dependiente.
  • Influir en los prestadores de salud acerca de los programas y estrategias de promoción y prevención destinados a los adultos mayores.
  • Incorporar en la formación de recursos humanos la perspectiva del envejecimiento activo y saludable y la atención de la salud adaptada a las necesidades de los adultos mayores.
  • Promover el concepto de envejecimiento activo y saludable en la sociedad en general.
  • Favorecer el desarrollo de proyectos de investigaciones destinadas a incrementar el conocimiento en el campo gerontológico y a dar respuesta a las necesidades detectadas.

Objetivo general:

Fortalecer la accesibilidad al sistema de salud y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores con el enfoque de envejecimiento activo.

Objetivos específicos:

  • Impulsar acciones para el mejoramiento de la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la atención integral de los adultos mayores.
  • Promover el acceso a los programas de prevención y los servicios de atención y rehabilitación para adultos mayores.
  • Promover la capacitación de recursos humanos en salud en temas de envejecimiento, gerontología y geriatría.
  • Impulsar acciones de información y comunicación con el fin de instalar el tema en la agenda pública y concientizar a la población en general.
  • Promover estudios, investigaciones y acciones para el avance de las estrategias de promoción de la salud, de prevención de enfermedades y de atención integral de los adultos mayores.
  • Asimismo, el estado nacional provee distintas iniciativas en todo el país para garantizar los derechos de las personas mayores, fortalecer su autonomía y promover el buen trato.

  1. La experiencia cuenta: con esta iniciativa se promueve el encuentro entre las personas mayores y los jóvenes para intercambiar saberes y conocimientos. Junto a organizaciones, federaciones de jubilados y organismos estatales, se realizan talleres y cursos en los que las personas mayores enseñan oficios y participan en actividades comunitarias. Estas acciones se realizan en las instituciones del Consejo Federal de Mayores de todo el país y permiten:
    • Revalorizar la experiencia, el esfuerzo y las habilidades de aquellos que poseen los conocimientos de toda una vida.
    • Promover su rol activo en la sociedad.
    • Recuperar y fortalecer oficios tradicionales.
  2. Cuidados domiciliarios: se creó un Registro Nacional de las personas que acompañan a los mayores. Se capacita a personas que estén interesadas en acompañar a adultos mayores en sus actividades cotidianas. Además de ofrecerles compañía, los cuidadores administran medicación y los ayudan con su alimentación y la prevención de accidentes. Su labor permite que las personas mayores vivan con más autonomía y puedan permanecer en sus hogares. A través de la página de Ministerio de Salud (www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/cuidadoresdomiciliarios) se ofrece un espacio de registro de aquellos que estén interesados en acceder a información pública, confiable, sobre los cuidadores domiciliarios de todo el país, capacitaciones, ofrecer los servicios de aquellos que estén interesados y les permitan tener oportunidades laborales. Los cuidadores domiciliarios crean un doble impacto positivo.
  3. Hogares para adultos: se brinda atención integral a través de residencias de larga estadía, a personas mayores que no tienen obra social ni recursos económicos. En estos espacios reciben los cuidados que necesitan y se promueve su derecho a una vida activa a través de distintas actividades.

Además, fortalece a instituciones y centros de día para que puedan mejorar sus condiciones edilicias, equipamiento y los servicios que ofrecen.

(www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/hogaresparaadultos)

Niveles de atención:

A continuación, les comparto algunos ejemplos de la atención sanitaria en los distintos niveles.


En última instancia, al reconocer y valorar el papel fundamental de la enfermería en la atención de adultos y ancianos, podemos avanzar hacia un sistema de salud más inclusivo, centrado en el paciente y orientado hacia el bienestar integral de las personas a lo largo de su ciclo de vida.


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Bibliografía:

  • Polit, D. F., & Beck, C. T. (2017). Nursing research: Generating and assessing evidence for nursing practice (10th ed.). Wolters Kluwer.
  • American Nurses Association. (2015). Nursing: Scope and standards of practice (3rd ed.). American Nurses Association.
  • National Institute on Aging. (2021). Aging in the 21st century: A celebration and a challenge. National Institutes of Health.
  • World Health Organization. (2021). Global strategy and action plan on ageing and health. World Health Organization.
  • Patricia A. Potter – Anne Griffin Perry (2013), Fundamentos de enfermería 8va Ed. L1. Elsevier. Pág. 16.
  • www.msal.gob.ar/ent/index.php/programas/proneas

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Ver Tema Nº 3: Educación al paciente y familia.

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